De
los cinco corregimientos de Medellín desaparecerían dos y de las 52
veredas dejarían de existir 22; además, el 98 por ciento de la población
se localizaría para el 2025 en suelo urbano y el dos por ciento en área
rural.
No más en el corregimiento de San Cristóbal –según estudios del DANE– se estima que hay 75.493 habitantes, de los cuales un gran porcentaje se dedica a la producción de alimentos.
La preocupación de ellos, y los demás de los otros cuatro corregimientos de Medellín, es que las zonas rurales pasen a ser catalogadas como suburbanas por el Plan de Ordenamiento Territorial de Medellín.
Lo que ya ha venido sucediendo en algunos
barrios, como el Boquerón y San José de la Montaña, contó Ángela María
Quiroz Pérez, líder comunitaria de San Cristóbal.
“Un plan de ordenamiento territorial debe
convocarnos a todos a validar un proceso. Pero no sabemos cómo fue la
planeación real de este POT. Existen muchas dudas frente a los cambios
del uso de suelo, a las zonas de protección, la pregunta es cómo vamos a
quedar los campesinos y las zonas rurales de Medellín”, aseguró Quiroz.
Para ella, la socialización del POT con las
comunidades ha sido insuficiente, pues –según Quiroz– el primer
obstáculo son los conceptos técnicos utilizados en el documento y las
exposiciones de la Administración a los habitantes de la ciudad.
Otra de sus críticas e inquietudes al POT apunta a la reducción del territorio rural. De los cinco corregimientos de Medellín desaparecerían dos y de las 52 veredas dejarían de existir 22; además, el 98 por ciento de la población se localizaría para el 2025 en suelo urbano y el dos por ciento en área rural.
Quiroz se pregunta: “¿Qué pasará con los habitantes de los Corregimientos?”.
En el corregimiento de San Antonio de Prado,
ubicado en el extremo suroccidental de la ciudad, la preocupación no es
diferente.El acelerado desarrollo de viviendas, sin los debidos cuidados
ambientales, tiene preocupada a la comunidad.
“Desde hace 10 años, se declaró a las veredas
zonas de expansión suburbana. En muchos barrios y veredas se hicieron
edificios de 20 pisos, se irrespetaron las quebradas, los normas de
paisajismo y el medio ambiente en general”, dijo Antonio Betancúr, Líder
comunitario de San Antonio de Prado.
Tanto para los campesinos como para
los demás habitantes de esas zonas rurales, las construcciones
irregulares, los problemas medioambientales y la nueva clasificación del
uso del suelo, son una amenaza a la actividad agrícola.
Por eso, el Consejo Territorial de Planeación
de Medellín y líderes de los corregimientos, propusieron ante la
plenaria del Concejo, incorporar las conclusiones del Plan de Desarrollo
Rural Sostenible, con sus propuestas sobre producción, seguridad
alimentaria, titulación y regularización de los predios.
“En el modelo de ciudad que plantea el POT no se tiene en cuenta la zona rural. Antes las plazas eran abastecidas por los corregimientos, ahora se está buscando es el crecimiento de la ciudad y no se tiene en cuenta a los campesinos”, dijo Luz María Múnera, de la Mesa en Defensa de lo Propio.
Calidad de vida en zonas rurales
De acuerdo a lo reflejado en el Índice de Calidad de Vida (ICV) del 2013, las condiciones de vida en las zonas rurales, presentan una tendencia negativa, situación que no es ajena a otros departamentos del país.
La serie de valores del ICV en la
rural de Antioquia son de 60,39 puntos en el 2007; en el 2009 hubo una
caída de 56,90 puntos. Para el año 2011, desciende aún más, con 55,78
puntos. Finalmente, en el 2013, la cifra llega a 55,76 puntos, el índice
más bajo registrado en los últimos años.
Lo anterior, en contraste con las zonas
urbanas, que registraron 71,55 puntos en el Índice de Calidad de Vida,
superior a las cifras de los años anteriores, cuyos resultados fueron de
69,13 puntos en 2009 y 70,42 en el 2011.
Según, Ángela María Quiroz, líder comunitario
del corregimiento San Cristóbal, esto hace que sea necesario continuar
fortaleciendo la seguridad y soberanía alimentaria de los habitantes de
las zonas rurales. Alimentos producidos de forma sostenible y
ecológica”.
Paola Morales Escobar
Redactora EL TIEMPO
Medellín
Tomado de eltiempo.com
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