24 de julio de 2014

¿Qué sucede en La Guajira?

¿Qué sucede en La Guajira?
Esa Guajira que conocemos rodeada de hermosos paisajes, de paradisíacas playas sobre el Mar Caribe, serranías en el sur que dan paso a montes selváticos y esos desiertos que se abren paso en las planicies del norte, ya están comenzando a estar en el olvido. En el olvido social una de las regiones que siempre se exaltaba por su gran contraste en diversidad natural y cultural.


La Guajira lamentablemente ha comenzado a cambiar. Hoy es una región apunto del Colapso Humanitario. Ya que existe una grave crisis de hambruna entre las comunidades indígenas, y la falta de agua provocada por la extrema sequía; ya pone a sus pobladores al borde del éxodo.

Son cada vez más frecuentes los casos de niños que mueren de física hambre. Que ya comienzan hacer parte del común denominador y de las cifras de las instituciones locales y departamentales. Unas instituciones contaminadas por la corrupción y el negocio ilegal del contrabando que las ha permeado; haciéndolas aún más ineficientes para enfrentar la creciente crisis social y humanitaria de la región.

Las mismas cifras oficiales ponen al descubierto que lo que ocurre en La Guajira. El Dane, tiene en sus registros que entre 2008 y 2013 en el departamento murieron 4.151 niños: 278 por desnutrición, 2.671 por enfermedades que pudieron haberse tratado y 1.202 que no alcanzaron a nacer por falta de controles prenatales. Lo que lleva a concluir que en los últimos seis años cada día, en promedio, mueren dos niños.

Solo en el Hospital Público Nuestra Señora de los Remedios, en Riohacha, los cuatro primeros meses de este año (de enero a abril), habían muerto 14 niños por las consecuencias propias de la falta de comida. Sin contar los cientos de casos que no son registrados por las autoridades y quedan en el anonimato, debido a las creencias ancestrales de las comunidades indígenas.

Para contrastar la dimensión de esta grave problemática social y humanitaria, La Guajira ya se encuentra en un promedio no muy lejano a países Africanos como Ruanda, donde la tasa de mortalidad de menores de cinco años por cada 1.000 nacimientos es de 55, según registros de mortalidad en el Mundo realizados por el Banco Mundial. La Guajira ya está en 45.

El director del Instituto de Bienestar Familiar, Marco Aurelio Zuluaga, trata de minimizar la grave situación de La Guajira expresada en estas cifras; asegurando que “están haciendo un gran daño entregando cifras al garete. No hay cifras. No son 4.000 ni 3.000 los muertos, esas cifras hay que ordenarlas”.

Otras de las razones por las cuales La Guajira afronta esta crisis, es por la ineficiencia estatal, de unas instituciones locales y departamentales; permeadas y consumidas por la corrupción. Transparencia por Colombia en su último informe ubicó a la Guajira como un departamento con riesgo alto de corrupción. Al lado de Chocó, Cesar, Putumayo, Guainía y Vichada.

La corrupción en La Guajira toca límites extremos, ya que muchas de las autoridades son cómplices del Contrabando Ilegal de Gasolina, Licores y Cigarrillos traídos desde Venezuela. En muchos pueblos del departamento es más fácil encontrar un galón gasolina, que uno de agua.

El contrabando ha se ha convertido en una verdadera multinacional del crimen organizado. Ya que puede mover entre 2,5 y 5 billones de pesos de utilidades al año, que contribuye a devastar lo poco que quedaba de las instituciones oficiales.

Por otro lado, la sequía que atraviesa el departamento provocado por el fenómeno del niño; suma a esta espeluznante crisis. Son varias las poblaciones a las que no llega una gota de agua. Puesto que ríos y afluentes se secan al paso de los días. La Revista Semana reveló el drama de la Comunidad Indígena Mapashira de Manaure, para conseguir agua. Donde hasta el momento de la denuncia no había llegado ni un sólo carrotanque, para minimizar la falta del preciado líquido.

Aún nos preguntamos ¿dónde quedaron esas promesas electorales de los hoy elegidos senadores y representantes ante el Congreso de la Republica? Que se tomaron en campaña la región prometiendo ayudas y soluciones a las comunidades indígenas y pobladores. Y ¿también dónde quedan los anuncios y promesas de mejoras en inversión social por parte del reelegido Presidente Juan Manuel Santos?

Queda en evidencia que La Guajira en época electoral si existe para los grandes caciques y patrones electorales. Y que después de ser elegidos ignoran y olvidan el drama de la región.

La Guajira, sus pobladores, sus comunidades sólo esperan que el Gobierno Nacional atienda sus problemáticas, y que las instituciones gubernamentales busquen soluciones que mitiguen la desnutrición crónica que afrontan sus niños. Soluciones y alternativas que les permita también acceder al agua para matar esa sed, que los puede seguir matando lentamente.
@SergioGrandasM

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