Con esta carta los científicos más notables del país le advirtieron al
presidente Santos la urgencia de atender la investigación en el país. El
resultado de su solicitud fue todo lo contrario: un recorte del 50% del
presupuesto
La crisis por el recorte del presupuesto de Colciencias y de la
investigación en Colombia que comenzó en el año 2012 cuando los recursos
para la entidad pasaron de $590 mil millones a $350 mil millones
anuales, estaba anunciada desde hace dos años cuando los más importantes
científicos del país, en cabeza del profesor Rodolfo Llinás, del
departamento de neurociencias de la Universidad de Nueva York y de los
exdirectores de Colciencias: María del Rosario Guerra, Fernando Chaparro
y Alberto Ospina, entre otras mil quinientas personas que firmaron esta
carta, alertaron al presidente Santos de la crisis de la investigación
científica en Colombia. Sin embargo, Santos no escuchó las peticiones de
la comunidad científica y para este año proyectó otro recorte
presupuestal por $125 mil millones, el cual aceleró la salida de la
directora Paula Arias, quien se fue por protestar y hacer pública la información. Esta son las peticiones de los científicos que Santos no quiso atender:
Doctor
JUAN MANUEL SANTOS
Presidente de la República
Bogotá D.C.
Respetado Señor Presidente:
La comunidad científica y las instituciones que desarrollan
investigación en el país habíamos recibido con beneplácito su propuesta
de incrementar los recursos para la ciencia, la tecnología y la
innovación, y de asumir a la innovación como una locomotora clave para
el desarrollo del país. Pensábamos que así se daba cumplimiento, al
menos parcialmente, a la vieja aspiración de superar el bajo gasto
nacional en la búsqueda de nuevo conocimiento, y que además de
fortalecer la investigación científica y la formación de alto nivel se
buscaría una mejor aplicación de este conocimiento para responder a los
retos del desarrollo económico y social del país. Nuestra visión
optimista se completaba con la idea de ver desarrollada la Ley 1286 de
2009, pues esta carecía de recursos y demandaba esfuerzos importantes
para consolidar una nueva institucionalidad que favoreciera el
desarrollo científico y tecnológico en el país.
Como se desprende de la Ley 1286 y ha sido la tradición de las
últimas décadas en el país, es Colciencias la entidad líder en la
definición de política del sector y en la implementación de estrategias
de fomento a la investigación y la innovación. Por eso pensábamos que,
como se ha logrado en otros países con la entidad que tiene a cargo este
rol, Colciencias sería fortalecida para responder a los nuevos retos,
tanto en su capacidad institucional como en su presupuesto.
Lamentablemente, dos años después nos encontramos con un panorama
desalentador y apreciamos que a los anhelos de ver fortalecidas las
actividades de ciencia y tecnología, el país se encuentra en un momento
crítico que pueda dar al traste con lo que se ha construido en este
frente en las últimas décadas y puede llenar de frustración a una masa
creciente de profesionales y grupos y centros de investigación con
capacidades para generar nuevo conocimiento de talla mundial y aplicarlo
para beneficio del país. A pesar de lograr un aumento importante de
recursos, gracias a la destinación del 10% de las regalías para ciencia,
tecnología e innovación, lo cierto es que la forma como se plantea la
asignación de estos recursos y la visión que se impone en el alto
gobierno sobre la innovación y su manejo como política pública,
Colciencias y las instituciones de investigación del país quedan
relegados, ocasionando efectos negativos sobre la confianza y la
credibilidad en la política científica y tecnológica.
Queremos conservar la esperanza de mejorar este panorama y despejar
el futuro para que Colombia cuente por fin con el número de científicos,
de publicaciones, de patentes y de invenciones, entre otros indicadores
relevantes, que le permitan superar el desarrollo y que como país
estemos preparados para ingresar a las ligas de los países
desarrollados, como es su aspiración de ser parte de la OCDE. Por esto, Señor Presidente, lo exhortamos a revelar su voluntad política para fortalecer a Colciencias
y liderar la salvaguarda de la institucionalidad propia del sector,
buscando una recuperación de la confianza y la credibilidad por parte de
la comunidad científica y de la clase empresarial.
Estamos seguros que el Señor Presidente comparte la imperiosa
necesidad de responder a los desafíos de la economía del conocimiento
con una clara política nacional de ciencia, tecnología e innovación, un
incremento de recursos financieros para apoyar la investigación en el
país, una clara articulación entre el fomento a la investigación y los
procesos de innovación tanto en el sector productivo como social, y la
participación en la formulación de esta política de los principales
actores sociales, como es el caso de la comunidad científica y el sector
empresarial y otros usuarios del conocimiento. Conocemos la
sensibilidad del Presidente frente a estos temas y por eso confiamos en
que atenderá nuestro reclamo, el de cientos de investigadores y de las
instituciones dedicadas a la investigación, para avanzar con firmeza en
la realización de los sueños que desde hace dos décadas quedaron
plasmados en el informe de la misión de Ciencia, Educación y Desarrollo.
Al verse abocado a designar un nuevo director en Colciencias,
consideramos trascendental que en ese cargo sea nombrada una persona que
además de tener todo su apoyo y una línea de comunicación directa,
pueda interactuar fácilmente con las demás instancias del gobierno
nacional y que sea reconocido por la comunidad científica nacional por
sus ejecutorias y por liderar una línea de pensamiento para el
desarrollo científico-tecnológico y de fomento a la innovación. Cuenta
el gobierno con nuestra capacidad de diálogo y de formulación y análisis
de propuestas para avanzar en la consolidación del sistema nacional de
ciencia tecnología e innovación, por lo que recordamos la importancia de
conformar una nueva misión de sabios o de notables que pueda dar luces
para la formulación de una política de Estado en la materia.
Con toda consideración y respeto por el Señor Presidente,
manifestamos nuestra disposición para exponer en detalle nuestros
argumentos y propuestas para el país, así que de estimarlo conveniente
puede fijar una audiencia para recibir una comisión de los firmantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu opinión, todas son válidas en el marco del respeto.