9 de julio de 2014

Rodolfo Llinás y 1500 más le rogaron a Santos no dejar hundir a Colciencias

Con esta carta los científicos más notables del país le advirtieron al presidente Santos la urgencia de atender la investigación en el país. El resultado de su solicitud fue todo lo contrario: un recorte del 50% del presupuesto


La crisis por el recorte del presupuesto de Colciencias y de la investigación en Colombia que comenzó en el año 2012 cuando los recursos para la entidad pasaron de $590 mil millones a $350 mil millones anuales, estaba anunciada desde hace dos años cuando los más importantes científicos del país, en cabeza del profesor Rodolfo Llinás, del departamento de neurociencias de la Universidad de Nueva York y de los exdirectores de Colciencias: María del Rosario Guerra, Fernando Chaparro y Alberto Ospina, entre otras mil quinientas personas que firmaron esta carta, alertaron al presidente Santos de la crisis de la investigación científica en Colombia. Sin embargo, Santos no escuchó las peticiones de la comunidad científica y para este año proyectó otro recorte presupuestal por $125 mil millones, el cual aceleró la salida de la directora Paula Arias, quien se fue por protestar y hacer pública la información. Esta son las peticiones de los científicos que Santos no quiso atender:



Doctor
JUAN MANUEL SANTOS
Presidente de la República
Bogotá D.C.

Respetado Señor Presidente:
La comunidad científica y las instituciones que desarrollan investigación en el país habíamos recibido con beneplácito su propuesta de incrementar los recursos para la ciencia, la tecnología y la innovación, y de asumir a la innovación como una locomotora clave para el desarrollo del país. Pensábamos que así se daba cumplimiento, al menos parcialmente, a la vieja aspiración de superar el bajo gasto nacional en la búsqueda de nuevo conocimiento, y que además de fortalecer la investigación científica y la formación de alto nivel se buscaría una mejor aplicación de este conocimiento para responder a los retos del desarrollo económico y social del país. Nuestra visión optimista se completaba con la idea de ver desarrollada la Ley 1286 de 2009, pues esta carecía de recursos y demandaba esfuerzos importantes para consolidar una nueva institucionalidad que favoreciera el desarrollo científico y tecnológico en el país.
Como se desprende de la Ley 1286 y ha sido la tradición de las últimas décadas en el país, es Colciencias la entidad líder en la definición de política del sector y en la implementación de estrategias de fomento a la investigación y la innovación. Por eso pensábamos que, como se ha logrado en otros países con la entidad que tiene a cargo este rol, Colciencias sería fortalecida para responder a los nuevos retos, tanto en su capacidad institucional como en su presupuesto.
Lamentablemente, dos años después nos encontramos con un panorama desalentador y apreciamos que a los anhelos de ver fortalecidas las actividades de ciencia y tecnología, el país se encuentra en un momento crítico que pueda dar al traste con lo que se ha construido en este frente en las últimas décadas y puede llenar de frustración a una masa creciente de profesionales y grupos y centros de investigación con capacidades para generar nuevo conocimiento de talla mundial y aplicarlo para beneficio del país. A pesar de lograr un aumento importante de recursos, gracias a la destinación del 10% de las regalías para ciencia, tecnología e innovación, lo cierto es que la forma como se plantea la asignación de estos recursos y la visión que se impone en el alto gobierno sobre la innovación y su manejo como política pública, Colciencias y las instituciones de investigación del país quedan relegados, ocasionando efectos negativos sobre la confianza y la credibilidad en la política científica y tecnológica.
Queremos conservar la esperanza de mejorar este panorama y despejar el futuro para que Colombia cuente por fin con el número de científicos, de publicaciones, de patentes y de invenciones, entre otros indicadores relevantes, que le permitan superar el desarrollo y que como país estemos preparados para ingresar a las ligas de los países desarrollados, como es su aspiración de ser parte de la OCDE. Por esto, Señor Presidente, lo exhortamos a revelar su voluntad política para fortalecer a Colciencias y liderar la salvaguarda de la institucionalidad propia del sector, buscando una recuperación de la confianza y la credibilidad por parte de la comunidad científica y de la clase empresarial.
Estamos seguros que el Señor Presidente comparte la imperiosa necesidad de responder a los desafíos de la economía del conocimiento con una clara política nacional de ciencia, tecnología e innovación, un incremento de recursos financieros para apoyar la investigación en el país, una clara articulación entre el fomento a la investigación y los procesos de innovación tanto en el sector productivo como social, y la participación en la formulación de esta política de los principales actores sociales, como es el caso de la comunidad científica y el sector empresarial y otros usuarios del conocimiento. Conocemos la sensibilidad del Presidente frente a estos temas y por eso confiamos en que atenderá nuestro reclamo, el de cientos de investigadores y de las instituciones dedicadas a la investigación, para avanzar con firmeza en la realización de los sueños que desde hace dos décadas quedaron plasmados en el informe de la misión de Ciencia, Educación y Desarrollo.
Al verse abocado a designar un nuevo director en Colciencias, consideramos trascendental que en ese cargo sea nombrada una persona que además de tener todo su apoyo y una línea de comunicación directa, pueda interactuar fácilmente con las demás instancias del gobierno nacional y que sea reconocido por la comunidad científica nacional por sus ejecutorias y por liderar una línea de pensamiento para el desarrollo científico-tecnológico y de fomento a la innovación. Cuenta el gobierno con nuestra capacidad de diálogo y de formulación y análisis de propuestas para avanzar en la consolidación del sistema nacional de ciencia tecnología e innovación, por lo que recordamos la importancia de conformar una nueva misión de sabios o de notables que pueda dar luces para la formulación de una política de Estado en la materia.
Con toda consideración y respeto por el Señor Presidente, manifestamos nuestra disposición para exponer en detalle nuestros argumentos y propuestas para el país, así que de estimarlo conveniente puede fijar una audiencia para recibir una comisión de los firmantes.

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