Concluida la participación colombiana en el Mundial de Fútbol de Brasil y cuando ha pasado ya casi un mes desde las votaciones en que Santos logró su reelección como presidente, el país vuelve a sus temas de costumbre y uno de ellos es, cómo no, el de los preparativos para otra jornada electoral: la de alcaldes y gobernadores, que será en octubre de 2015.
Francisco Santos quiere competir con aval del uribismo por la Alcaldía de Bogotá, Rafael Pardo será el alfil del santismo, el vicepresidente Angelino Garzón buscaría una coalición de centro-izquierda y el Polo Democrático tiene como punto de partida el millón de votos que sacó Clara López en la contienda presidencial.
El apostador que falta por lanzar a su candidato es, precisamente, el hoy alcalde Gustavo Petro. Y es que más allá de los resultados de su gestión, defendidos por unos y cuestionados por otros, es claro que quien manda en la Alcaldía tiene ventaja a la hora de poner candidato. Se han mencionado muchos nombres, pero el que hoy aparece con mayores posibilidades es el del gerente del Canal Capital, Hollman Morris. Ya ha habido reuniones entre petristas de primera línea para analizar el tema y él reconoce que se lo propusieron, que no le molesta la idea y que quisiera ser candidato, pero de coalición. Eso sí, aprovecha para lanzar pullas al senador Jorge Robledo y flores al presidente Santos, a cuya reelección, recuerda, también contribuyó el petrismo. Así le respondió sobre el tema a El Espectador.
¿Al fin cuándo es que se lanza como candidato a la Alcaldía de Bogotá?
Hay sectores del progresismo, sectores sociales y uno que otro parlamentario elegido que propusieron mi nombre para un proyecto desde el progresismo para la Alcaldía. Piropos que se reciben con agrado por el trabajo hecho desde Canal Capital y en defensa de los DD.HH. desde el periodismo.
Le echaron los piropos y lo invitaron a la fiesta.
¿Irá?
Es una decisión que tiene que salir producto de una consulta. Hoy hay un momento, la creación del Frente Amplio, del Frente Unido por la Paz, una coalición histórica de diferencias y anhelos por la paz. De ahí tendrá que salir una barrera de contención contra cualquier proyecto intolerante.
¿Entonces sí va a ser candidato?
Tengo que tener cuidado, porque todavía soy servidor público.
¿Ese “todavía” es hasta cuándo?
Cada día trae su afán.
Usted destaca sus méritos, pero, ¿se ha hecho contar algún día?
Nunca. Pero si contara mis conferencias por el país, invitado por nuevas ciudadanías, ahí habría muchos enamorados.
¿Y sí tendrá chance un candidato del petrismo sin apoyo del Polo?
El frente por la paz traerá recambio generacional en la izquierda.
¿Chao a los dinosaurios?
No hablo de dinosaurios, pero tienen que abrir espacio, proyectar una nueva generación, ampliar lenguajes, discursos y agendas.
¿Y cómo competir contra el caudal electoral de Clara López?
Una de las grandes fortalecidas con la elección de la paz es la madurez de la izquierda política del país. Toda, excepto el senador Jorge Robledo. La condensó Clara López, pero hay un aporte de progresistas que no se puede minimizar. La labor de Aldo Cadena y Jorge Rojas, de echarse los barrios al hombro para convencerlos casa por casa, de que lo que nos estábamos jugando era la paz, fue del progresismo.
¿Y quiénes deben ser los nuevos líderes de la izquierda?
Los jóvenes. Les pido a quienes han sido líderes de la izquierda política colombiana que les den el campo a esos nuevos liderazgos, que pueden estar, por ejemplo, en la Mane, en el movimiento LGBTI, en los movimientos ambientales y en el movimiento animalista. En Marcha Patriótica.
¡Qué casualidad! Son los sectores que sostienen al alcalde Petro.
Esos son los temas que están poniendo agenda en el mundo. Uno no concibe una ciudad que no haga énfasis en lo ambiental o en la diversidad. Eso es lo que ha hecho la Bogotá Humana.
¿Y no fue más bien politiquero eso de los funcionarios que se fueron de la Alcaldía a hacerle campaña a Santos y luego regresaron?
No, yo hago otra lectura. Me parece un actuar correcto. Creo que ellos pensaron: “Es todo por la paz, pero no puedo hacer política desde un cargo público”.
A propósito, ¿es consciente de que por hablar del futuro político puede quedarse sin futuro en política?
Creo que he sido cuidadoso.
Pero el procurador está detrás suyo.
Estoy hablando como funcionario público, pero también como una persona que lee, ve, entiende y vive en Bogotá. Ese derecho no me lo pueden quitar.
¿En qué van sus entuertos en la Procuraduría?
Hay indagaciones por la transmisión de los discursos del hecho noticioso de la destitución del alcalde Petro. Con todo respeto, creo que podrían estar en curso de atentar contra la libertad de expresión.
¿Y los de la Contraloría?
La Contraloría sigue haciendo sus investigaciones. Tenemos profundas diferencias, respetuosas. Si se sigue midiendo a Canal Capital por la utilidad económica van a acabar no al canal, sino a la televisión pública en el país.
¿Ya está alistando el concierto de 2015?
Albergo la esperanza de que sea en el marco de la firma de la paz.
¿A qué artista traería?
Me gustaría Sting, Bono, U2. Uno no olvida el concierto de Sting por los desaparecidos en Chile, en 1985. O a Bono cantándole en la ex Yugoslavia a los muertos de Bosnia. Si el país firma la paz, la fiesta es en grande.
¿Y en esa fiesta usted estaría en condición de candidato?
(Risas) Cada día trae su afán. Insisto en ver caras nuevas en política, que no necesariamente provengan de la política. Antanas Mockus y Sergio Fajardo venían de la academia. Incluso Andrés Pastrana, si bien hijo de expresidente, salta de director de noticiero a alcalde de Bogotá.
egutierrez@elespectador.com
@elbergutierrezr
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