Declaración del Partido del Trabajo de Colombia PTC
Por un cese inmediato de la masacre al pueblo palestino
Durante las dos últimas semanas, el Estado de Israel ha emprendido una violenta ofensiva militar contra el pueblo palestino que habita en la Franja de Gaza, con un saldo de medio millar de muertos, entre ellos más de cincuenta niños, y miles de heridos y refugiados. A los bombardeos de los primeros días de la llamada Operación Margen Protector, siguió la invasión terrestre, con un gran despliegue de armamento de alta tecnología.
Las incursiones militares de Israel en Gaza, con el objetivo de doblegar la resistencia palestina contra la ocupación y de masacrar a su población han sido recurrentes. Basta recordar las llamadas Operación hierro fundido (2008) o Pilar defensivo (2012). En la presente ocasión el detonante fue el repudiable secuestro y asesinato de tres adolescentes israelíes. Como represalia a este hecho fue quemado vivo en Jerusalem un niño palestino e inició el operativo militar. En todo este ataque, los israelitas han tenido sólo una decena de bajas, una de ellas por el llamado “fuego amigo”.
Apartir de 1948, cuando se constituyó como Estado independiente, Israel ha ido expandiendo su territorio a costa de los países vecinos, convirtiendo a los palestinos en refugiados en su propio país. Palestina está integrada por dos regiones: Cisjordania y la Franja de Gaza. Actualmente el Estado judío tiene el control militar de la primera, junto con la Autoridad Nacional Palestina, y ejerce el control de la segunda, situada en la frontera con Israel. Allí habitan 1.5 millones de personas, la mayoría en condición de refugiados, que dependen de Israel en todos sus aspectos: comunicaciones terrestres, servicios públicos básicos, empleo precario en el país que los ocupa.
Israel es el primer receptor de ayuda militar de Estados Unidos y la quinta potencia militar del orbe. Es además su principal aliado en la compleja geopolítica del Medio Oriente. Con semejante despliegue de fuerza, además de intentar doblegar la resistencia palestina, Israel defiende los intereses del poderoso complejo industrial militar de Estados Unidos y los intereses geoestratégicos de las potencias occidentales a las que representa. Por ello el inicio de la ofensiva terrestre contó con la autorización expresa de los gobiernos de Estados Unidosy Alemania. Debe entenderse entonces por qué la llamada “comunidad internacional”, conformada por los países poderosos, no tiene el menor interés en frenar la ofensiva contra el pueblo palestino, que viola todas las normas del derecho internacional y el Derecho Internacional Humanitario.
En noviembre de 2012 la Asamblea General de Naciones Unidas le concedió a Palestina la condición de “Estado observador no miembro” de la organización y reafirmó el derecho de su pueblo a contar con un territorio bajo las fronteras definidas antes de la Guerra de 1967. Aunque Palestina todavía no es miembro pleno de la organización debido a que Estados Unidos se ha opuesto, 138 países del mundo, entre ellos casi todos los latinoamericanos, le han conferido ese estatus.
Ante esta nueva ofensiva, los países de la región, en especial Venezuela, Ecuador y Bolivia, se han pronunciado en contra de la agresión de Israel al pueblo palestino. Entretanto, el Gobierno colombiano insiste en mantener su alineamiento con la política exterior y los intereses de Estados Unidos.
El Partido de Trabajo de Colombia, PTC, fiel a su tradición histórica de defender la soberanía nacional de los países y pueblos sometidos y ocupados, y en especial de respaldar la justa causa de los palestinos, expresa todo su repudio por esta masacre, aboga por el cese inmediato de los operativos militares en su territorio y, conjuntamente con las fuerzas democráticas de Colombia, le exige al gobierno del Presidente Santos pronunciarse en el mismo sentido.
Partido de Trabajo de Colombia PTC
Comité EjecutivoCentral
Bogotá DC, 20de julio de 2014.
Por un cese inmediato de la masacre al pueblo palestino
Durante las dos últimas semanas, el Estado de Israel ha emprendido una violenta ofensiva militar contra el pueblo palestino que habita en la Franja de Gaza, con un saldo de medio millar de muertos, entre ellos más de cincuenta niños, y miles de heridos y refugiados. A los bombardeos de los primeros días de la llamada Operación Margen Protector, siguió la invasión terrestre, con un gran despliegue de armamento de alta tecnología.
Las incursiones militares de Israel en Gaza, con el objetivo de doblegar la resistencia palestina contra la ocupación y de masacrar a su población han sido recurrentes. Basta recordar las llamadas Operación hierro fundido (2008) o Pilar defensivo (2012). En la presente ocasión el detonante fue el repudiable secuestro y asesinato de tres adolescentes israelíes. Como represalia a este hecho fue quemado vivo en Jerusalem un niño palestino e inició el operativo militar. En todo este ataque, los israelitas han tenido sólo una decena de bajas, una de ellas por el llamado “fuego amigo”.
Apartir de 1948, cuando se constituyó como Estado independiente, Israel ha ido expandiendo su territorio a costa de los países vecinos, convirtiendo a los palestinos en refugiados en su propio país. Palestina está integrada por dos regiones: Cisjordania y la Franja de Gaza. Actualmente el Estado judío tiene el control militar de la primera, junto con la Autoridad Nacional Palestina, y ejerce el control de la segunda, situada en la frontera con Israel. Allí habitan 1.5 millones de personas, la mayoría en condición de refugiados, que dependen de Israel en todos sus aspectos: comunicaciones terrestres, servicios públicos básicos, empleo precario en el país que los ocupa.
Israel es el primer receptor de ayuda militar de Estados Unidos y la quinta potencia militar del orbe. Es además su principal aliado en la compleja geopolítica del Medio Oriente. Con semejante despliegue de fuerza, además de intentar doblegar la resistencia palestina, Israel defiende los intereses del poderoso complejo industrial militar de Estados Unidos y los intereses geoestratégicos de las potencias occidentales a las que representa. Por ello el inicio de la ofensiva terrestre contó con la autorización expresa de los gobiernos de Estados Unidosy Alemania. Debe entenderse entonces por qué la llamada “comunidad internacional”, conformada por los países poderosos, no tiene el menor interés en frenar la ofensiva contra el pueblo palestino, que viola todas las normas del derecho internacional y el Derecho Internacional Humanitario.
En noviembre de 2012 la Asamblea General de Naciones Unidas le concedió a Palestina la condición de “Estado observador no miembro” de la organización y reafirmó el derecho de su pueblo a contar con un territorio bajo las fronteras definidas antes de la Guerra de 1967. Aunque Palestina todavía no es miembro pleno de la organización debido a que Estados Unidos se ha opuesto, 138 países del mundo, entre ellos casi todos los latinoamericanos, le han conferido ese estatus.
Ante esta nueva ofensiva, los países de la región, en especial Venezuela, Ecuador y Bolivia, se han pronunciado en contra de la agresión de Israel al pueblo palestino. Entretanto, el Gobierno colombiano insiste en mantener su alineamiento con la política exterior y los intereses de Estados Unidos.
El Partido de Trabajo de Colombia, PTC, fiel a su tradición histórica de defender la soberanía nacional de los países y pueblos sometidos y ocupados, y en especial de respaldar la justa causa de los palestinos, expresa todo su repudio por esta masacre, aboga por el cese inmediato de los operativos militares en su territorio y, conjuntamente con las fuerzas democráticas de Colombia, le exige al gobierno del Presidente Santos pronunciarse en el mismo sentido.
Partido de Trabajo de Colombia PTC
Comité EjecutivoCentral
Bogotá DC, 20de julio de 2014.
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