29 de noviembre de 2012

El Alcalde Petro y la movilización social en defensa de lo público

Gloria Flórez Schneider
Parlamentaria Andina
 
La decisión del Alcalde Gustavo Petro de cambiar   el modelo de recolección de basuras  para la ciudad,  ha desatado  una confrontación con el gobierno nacional que tiene como trasfondo un jugoso negocio  al que se le calculan ingresos anuales  de 365 mil millones de pesos.
El modelo privado actualmente  en vigor tiene como protagonistas entre otros, al controvertido empresario William Vélez, (amigo del expresidente Uribe y del ex asesor  presidencial José Obdulio Gaviria,) quien maneja el negocio de las basuras en la mayoría de los municipios de la costa y cuyo nombre ha salido a relucir en varias oportunidades por sus vínculos con el paramilitarismo.
En  esta confrontación  que tiene como trasfondo la defensa de lo público por parte del alcalde  Petro,  el papel de los medios en su gran mayoría ha sido  el de  estigmatizar su propuesta bajo un sesgo ideológico inadmisible, cuando lo que esta en realidad en juego es lo siguiente:

·        La autonomía de los entes territoriales que en el caso de Bogotá esta respaldado en el Estatuto Orgánico  mediante el Decreto Ley 1421 de 1993.
·        El cumplimiento de la sentencia 275 de la Corte Constitucional que  ordena al Alcalde  integrar a la población recicladora  al modelo de aseo  para la ciudad.
·        La defensa del  plan de desarrollo de la Bogotá Humana, que pone al centro el concepto de servicio público y busca constituir un monopolio público en el saneamiento básico proyectando un  plan de  “basura cero” que  incorpora a la  población recicladora.
En este pulso el Alcalde Petro ha convocado a la ciudadanía bogotana a expresarse,  en respaldo a la autonomía de la ciudad y en defensa de lo público como garantía de protección de sus derechos. No obstante, no estamos frente a un problema exclusivo de Bogotá, ni de su administración,  lo que esta en juego  es la apuesta por un cambio de modelo  que pone al centro la recuperación de lo público, de los derechos de los colombianos y colombianas, y en éste caso, de los derechos de los más  invisibilizados y excluidos, la población recicladora.  Esta lucha que se libra en  Bogotá  es de Colombia entera, y   por tanto,  se hace  necesario el  respaldo ciudadano nacional.

www.gloriaflorez.com

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