2 de septiembre de 2013

La tercería tiene cara



Diálogos ‘exploratorios’ durante más de un año fueron necesarios para hacer realidad la alianza entre el Partido Verde y los movimientos Compromiso Ciudadano y Progresistas. Elegirán candidato a la Presidencia por consulta.
Por: Felipe Andrés Morales

La oportunidad está servida. El país político se encontraba encerrado en la disputa electoral entre el presidente Juan Manuel Santos y su coalición de Unidad Nacional contra el exmandatario Álvaro Uribe Vélez con su movimiento de Centro Democrático. Estas eran las dos opciones para los ciudadanos en los comicios de 2014, y aunque desde hace algún tiempo se venía hablando de la oportunidad para una tercería que hiciera contrapeso en las urnas, todos los intentos habían fracasado hasta ahora, cuando se logró un acuerdo entre el Partido Verde y los movimientos Compromiso Ciudadano y Progresistas.

Una apuesta en la que todos salen ganando. El Partido Verde estaba fraccionado e inmerso en una crisis, que sumada al fallecimiento de la senadora Gilma Jiménez —su principal electora—, lo conducía por el camino de la desaparición no lograría superar el umbral de 450.000 votos que exige la norma para mantener la personería jurídica. A buena hora llegan los refuerzos políticos.
Compromiso Ciudadano no tenía cómo participar en elecciones y su principal líder, el gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, ya sabe lo que es un descalabro en las urnas. Lo vivió en las presidenciales de hace tres años cuando su lista no logró una sola curul en el Congreso y tuvo que declinar su aspiración y convertirse en la fórmula vicepresidencial del candidato del Partido Verde, Antanas Mockus. Ahora, con el acuerdo, están arropados bajo la personería de esta colectividad.
Los Progresistas también encontraron en el Partido Verde una buena sombra para continuar en la carrera política alejados del Polo Democrático Alternativo, del que han manifestado su disidencia. Así las cosas, con el acuerdo cerrado, aplicarán la fórmula de “todos ponen, todos ganan”.
Las ambiciones no son pocas, van a realizar una consulta popular para definir el candidato a la Presidencia y por ahora suenan como candidatos el exgobernador de Nariño Antonio Navarro y el exalcalde de Bogotá Enrique Peñalosa, quien no ve con buenos ojos la alianza, pero está dispuesto a someterse al veredicto de las urnas (ver entrevista página 22). La idea es que en medio del enfrentamiento Santos-Uribe surja la alternativa Verde que, según conoció El Espectador, cambiaría de nombre.
El camino para lograr esta alianza política fue espinoso y el acuerdo aún no es total. Hay ganadores y perdedores. Por ejemplo, Navarro logró la coalición por la que venía trabajando desde que renunció a la Secretaría de Gobierno de Bogotá; los verdes mockusianos que se habían marginado desde que Peñalosa aceptó el respaldo de Uribe en su aspiración a la Alcaldía, lograron que el acuerdo fuera aceptado por la colectividad luego de una votación de los directivos en la que 15 estuvieron a favor y en contra se quedó solitario el representante a la Cámara Alfonso Prada.
Por la misma vía Gustavo Petro, líder natural de Progresistas, encuentra cabida en esta alianza, aunque quienes se le oponen lograron plantear que mantendrán una “independencia deliberativa” frente a su gestión en la Alcaldía de Bogotá. Alonso Salazar, pese a no poder aspirar a ningún cargo de elección popular, será la cabeza visible de Compromiso Ciudadano y tendrá un papel preponderante en la construcción del naciente proyecto político.
Entre los perdedores está el exmandatario Uribe, de quien se dice en los mentideros políticos contaba con Peñalosa como plan B para la disputa electoral. Con Peñalosa se fue su principal aliado en los verdes, Alfonso Prada, quien abiertamente ha dicho que no cabe en la misma foto con el Progresismo de Petro. También pierde el Polo Democrático, que esperaba una agrupación política en torno a la colectividad, así lo había planteado su presidenta Clara López Obregón, quien invitó a una gran coalición que no sólo no se dio, sino que se consolidó la salida del Progresismo, que en la actualidad representa la mitad de sus senadores.
Aunque las condiciones están dadas por la compleja situación que enfrenta el presidente Santos, a quien su apuesta incondicional por la paz y el polvorín que se le ha levantado en el país por las protestas sociales le han pasado una alta factura en términos de popularidad, y la poca acogida que han tenido los candidatos del Centro Democrático en las encuestas, es alta la deuda que tienen las alternativas independientes con el electorado, en especial el Partido Verde, que montado en su ‘ola’ fue la segunda votación a la Presidencia y la sorpresa en las elecciones al Congreso, pero con el paso del tiempo asumieron comportamientos habituales de la política y no será fácil reconstruir la confianza.
Construcción de los acuerdos
Paso a paso se ha venido construyendo la tercería política y aunque parece haber llegado a buen puerto, prefiere andar con pies de plomo. En las negociaciones han sido protagonistas, entre otros, Antonio Navarro, Alonso Salazar, Ángela María Robledo, Antonio Sanguino y Luis Carlos Avellaneda. El viernes tuvieron una reunión para ultimar los detalles de la coalición en la que participaron seis compromisarios de cada fuerza.
El compromiso es ofrecer un modelo económico y social incluyente que garantice, con la intervención del Estado, cerrar la brecha de ingresos y oportunidades entre los colombianos, teniendo como ejes centrales la educación y el equilibrio ambiental.
Los acuerdos y las reglas para el funcionamiento se firmarán el jueves y tendrán que ser ratificados en el congreso del Partido Verde, el 24 de septiembre, día en que oficialmente nacerá la nueva fuerza de cara a las elecciones de 2014.
fmorales@elespectador.com

@felipeprensa
Por: Felipe Andrés Morales


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