Tomado de: Semana.com
En estos días es probable encontrarse a Antonio Navarro Wolff en uno de dos lugares: en la calle repartiendo periódicos de la Alcaldía de Bogotá, como un miembro de Progresistas, o en reuniones políticas con personajes tan distintos como Juan Fernando Cristo, Fernando Carrillo, Feliciano Valencia, Clara López, los Verdes, los líderes de la Alianza Social Independiente (ASI), Iván Cepeda y los representantes de Marcha Patriótica. Detrás de ese ajetreo radica una obsesión suya de vieja data: un cambio en la dirigencia política del país.
En estos días es probable encontrarse a Antonio Navarro Wolff en uno de dos lugares: en la calle repartiendo periódicos de la Alcaldía de Bogotá, como un miembro de Progresistas, o en reuniones políticas con personajes tan distintos como Juan Fernando Cristo, Fernando Carrillo, Feliciano Valencia, Clara López, los Verdes, los líderes de la Alianza Social Independiente (ASI), Iván Cepeda y los representantes de Marcha Patriótica. Detrás de ese ajetreo radica una obsesión suya de vieja data: un cambio en la dirigencia política del país.
Según Navarro, “todos los países de América Latina han tenido un cambio en el Establecimiento menos Colombia” y piensa que, gracias al actual ambiente político, 2014 podría ser un momento estelar para una alternativa. Pero dado que primero las minorías deben ponerse de acuerdo, el exgobernador de Nariño se puso en la tarea de tender puentes.